Freak Waves
4 marzo, 2007 a las 4:17 pm | Publicado en Naufragios y accidentes marítimos | 2 comentariosEl 12 de diciembre de 1978 a las 3 am, el buque München envió un mensaje de socorro en radiotelegrafía, apenas inteligible, desde el medio del Atlántico, indicando posición 46.15N 27.30W y una escora de 50 grados. Inmediatamente comenzaron las operaciones de busqueda y rescate, más de 100 barcos peinaron el océano, el barco nunca fue encontrado, se fue a pique con sus 28 tripulantes. Días despues solo hallaron unos pocos restos incluyendo un bote salvavidas que llevó a una pista vital. El bote salvavidas sin utilizar, originalmente, se encontraba a 20 metros por encima de la linea de flotación, una de las piezas que lo sujetaban al barco había sido torcido y golpeado con una fuerza extrema. Las autoridades marítimas concluyeron que el barco se hundió debido al mal tiempo pero de una manera inusual. Otros experimentados marinos consideraron la posibilidad de la mítica «freak wave» (ola monstruosa).
Naviera Hapag Lloyd
Tipo de buque: LASH (Lighter Aboard Ship).
Nombre: München
Indicativo de llamada: DAEP
- Eslora: 261,40m
- Manga: 32.20m
- Calado: 11.28m
- Puntal: 18.29m
- Propulsion: Máquina diesel Sulzer de 9 cilindros, 9 RND 90, 26.100hp ,122rpm.
- Capacidad de carga: 44 600 long tons
Las «Freak Waves» también llamadas «Rogue Waves» se supone que se forman cuando una enorme ola absorve la energia de las olas colindantes (teoría que se explica con la Ecuación de Schrodingen) formando una gran pared de agua, casi vertical, de una altura que puede alcanzar los 30 metros. Estas olas ejercen una presión de 100 toneladas por metro cuadrado, los barcos están diseñados para resistir olas que ejerzan una presión de 15 toneladas por metro cuadrado.
Recreación de la situación que pudo vivir el München .
Otros barcos tuvieron más suerte, el Bremen y el Caledonian Star, sufrieron las consecuencias de este tipo de ola. El 5 de marzo de 2001, el primer oficial del Caledonian Star avistó una ola de unos 30 metros que rompió sobre el barco, inundando el puente y destrozando la mayoría de sus equipos de comunicaciones y navegación. Salvó la situación debido a que no se quedó sin máquina y pudo maniobrar para evitar males mayores. Pocos días antes peor suerte tuvo el Bremen, la ola que se encontraron en el Atlántico Sur, causó serios daños al quedarse sin equipos de comunicaciones, navegación y máquina. A punto de abandonar el barco y con pocas posibilidades de que el pasaje sobreviviese en condiciones extremas debido a las bajas temperaturas, lograron poner en marcha los motores y afortunadamente esto les salvó.
Desde 1990, 20 barcos han sido afectados por este fenómeno en las costas sudafricanas, olas que desafian la teoria linear para predecir el comportamiento de las olas, según la cual las olas varian de un modo regular alrededor de un promedio de altura, pudiendose alcanzar en un temporal fuerte alturas máximas de 12 a 15 metros. Considera que la probabilidad de alcanzar 30 metros sería de una cada diez mil años.
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