El portaaeronaves «Principe de Asturias» causará baja en la Armada Española.

10 diciembre, 2012 a las 1:12 am | Publicado en Armada Española, Marinas de Guerra | 1 comentario

Como ya comenté hace unos pocos meses, el proceso de baja del portaaeronaves «Principe de Asturias» es ya una realidad. La actual dotación del buque está solicitando nuevos destinos y el buque llegará desde Rota a Ferrol durante el mes de enero de 2013.

La Voz de Galicia, que ya comenzó a publicar noticias sobre como y cuando comenzará el proceso de baja en la Armada, prosigue hoy proporcionando más datos.

La Voz de Galicia. 09.12.2012

Poco a poco, van trascendiendo nuevos detalles sobre el proceso de baja en Ferrol del emblemático portaviones de la Armada Príncipe de Asturias.

Tal y como publicó La Voz el pasado jueves, el buque saldrá de su base en Rota en el transcurso del próximo mes de enero para navegar hasta la urbe naval, su último destino como unidad de la Flota.

Ahora, se sabe ya que el destino del barco no será el recinto militar del Arsenal. La falta de espacio en sus muelles obliga a que la Armada haya requerido que quede atracado en las instalaciones de los astilleros de Navantia para acometer su baja.

Este proceso, que durará entre seis y nueve meses, implica el desarme completo del portaviones, el inventariado de todo lo que hay en su interior y el reaprovechamiento de aquellos sistemas, equipos y pertrechos que puedan ser reutilizados en otras unidades o instalaciones de la Marina.

Si bien será el personal del Arsenal el que se ocupe del grueso del proceso de desarme y baja de la unidad, todo apunta a que bien Navantia bien alguna compañía auxiliar del naval pueda ser contratada de forma puntual para alguna tarea como, por poner un ejemplo, operaciones relacionadas con los motores o la propulsión.

En todo caso, no se correspondería con aportaciones económicas de calado que viniesen a suponer un balón de oxígeno para la crisis del sector. Aún así, el desplazamiento del portaviones a Ferrol ha provocado ya una polémica en los astilleros gaditanos que, incluso, ha trascendido ya al plano político.

¿Qué sucederá una vez que el Príncipe de Asturias haya completado su proceso de baja? Continuará atracado en las instalaciones de Navantia -si no se producen imprevistos- hasta que el Ministerio de Defensa tome una decisión definitiva.

Caben varios escenarios, aunque ninguno está cerrado. El primero, casi descartado ya, es que el portaviones acabe hundido como blanco en algún ejercicio de tiro. En segundo término se encuentra el desguace, que sería lo habitual, aunque actualmente estos procesos están ralentizados en la Marina. Si ese fuese su futuro final, se abriría un concurso público para que pujasen las firmas interesadas.

La Armada Española afectada por la crisis

7 May, 2012 a las 1:31 pm | Publicado en Armada Española, BPE JUAN CARLOS I, Marinas de Guerra | 3 comentarios

El diario «El País» se hace eco de los recortes presupuestarios, dentro del programa de reducción del déficit, que pueden afectar a varias unidades de la Armada Española.

Tras haber cerrado hospitales, eliminado la gratuidad de las recetas para los pensionistas, aumentado las tasas universitarias o elevado el número de alumnos por aula, la lucha contra el déficit amenaza ahora con dejar en dique seco algunos de los buques más emblemáticos de la Marina de guerra española.

El Cuartel General de la Armada está estudiando paralizar el portaaviones «Príncipe de Asturias»y dos de las seis fragatas de la clase Santa María (F-80) dentro de un drástico plan para ahorrar gastos de mantenimiento.

Técnicamente, se trata de dejar estos buques en “actividad restringida”, a la espera de que en el futuro sea posible recuperar su operatividad plena. Los expertos consideran, sin embargo, que se trata de un primer paso para su baja definitiva. Y ello por tres razones: porque no hay perspectivas de que la situación presupuestaria mejore a medio plazo, porque los barcos se deterioran con gran rapidez si no se utilizan y porque, debido a su antigüedad, su puesta a punto requeriría cuantiosas inversiones cuya rentabilidad resulta más que dudosa.

La decisión sobre el futuro del Príncipe de Asturias se tomará “al máximo nivel político”, según fuentes de la Armada, debido a su alto nivel simbólico. No es para menos: se trata del único portaaviones con el que cuenta España y, como tal, constituye un elemento disuasorio de primer orden. Su mera presencia en la proximidad de un escenario de conflicto, aunque sea en actitud pacífica y en aguas internacionales, constituye uno de los mensajes políticos más contundentes que pueden enviarse.

El Príncipe de Asturias (R-11) entró en servicio en 1988, por lo que en 2018 cumplirá tres décadas, que es el ciclo de vida habitual de un buque de guerra. A mitad del mismo, en 2003, estaba previsto someterlo a unas profundas obras de remozamiento y modernización; sin embargo, estas nunca se realizaron debido a su elevado coste, unos 400 millones de euros, por lo que el portaaviones arrastra cada vez más achaques y gran parte de sus equipos están obsoletos.

Aunque no se haya declarado oficialmente, su actividad está ya muy limitada y no participa en grandes maniobras multinacionales. Solo en ejercicios cerca de su base de Rota, como los que hizo en abril pasado en el golfo de Cádiz para que los pilotos de los aviones Harrier pudieran obtener su calificación.

Precisamente, el hecho de que en los próximos meses vaya a incorporarse definitivamente a la Armada el buque de proyección estatégica LHD Juan Carlos I, ahora en periodo de pruebas, hará menos imprescindible el Príncipe de Asturias. El LHD no es un portaaviones, pero dispone de una pista en cubierta para aeronaves, lo que permitirá a los pilotos realizar las pruebas necesarias para mantener su aptitud para el combate.

En todo caso, España no sería el primer país que se queda sin portaaviones. Un país de fuerte tradición bélica como Reino Unido no tiene ninguno desde que, a finales de 2010, se anunció el desguace del «Ark Royal», lo que ha obligado a pilotos británicos a entrenarse en el Príncipe de Asturias. También es cierto que la Royal Navy está construyendo dos portaaviones y ni los más optimistas creen que la Armada española encargue uno a medio plazo.

La razón estriba en su cuantioso coste. Solo mantener el Príncipe de Asturias cuesta unos 30 millones al año, y el presupuesto total de la Armada es de 903 millones, un 10% inferior al de 2011. El capítulo 2, que incluye el mantenimiento de buques, se ha reducido un 25% en los últimos cuatro años.

Ello ha llevado a la Armada a dar de baja este año el buque de desembarco Pizarro(que se compró de segunda mano a EE UU en 1995), la antigua corbeta Diana (lo que ha obligado a España a renunciar al mando rotatorio de la flota de cazaminas de la OTAN) y el patrullero de altura Chirleu (cuya actividad ha dejado de financiar la Secretaría General del Mar, del Ministerio de Agricultura). Además, según un portavoz de la Marina de Guerra, “se está realizando un estudio para evaluar los gastos de mantenimiento de cada uno de los buques. En función de sus resultados, se dará de baja o se pasará a actividad reducida alguno más”.

Fuentes: El País, ROMARIN, JORODMON y wikipedia.

La Navy trasladará a la base naval de Rota cuatro buques lanzamisiles desde Virginia y Florida

20 febrero, 2012 a las 6:07 pm | Publicado en Armada Española, Marinas de Guerra, Navy | 1 comentario

Los dos primeros destructores antimisiles de la clase Arleigh Burke que España albergará en la base naval de Rota (Cádiz) como parte del componente naval del escudo antimisiles  llegarán entre octubre de 2013 y septiembre de 2014, según ha anunciado el secretario de la Navy, Ray Mabus. Los otros dos lo harán entre octubre de 2014 y septiembre de 2015. También ha revelado la identidad de los buques: los dos primeros serán el USS Ross y el USS Donald Cook y los segundos, el USS Porter y el USS Carney.

USS ARLEIGH BURKE

El entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció el pasado 5 de octubre en Bruselas,  junto al secretario del Pentágono, Leon Panetta, y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, del despliegue en Rota del componente naval del escudo antimisiles, destinado a neutralizar la amenaza procedente de países como Irán y Corea del Norte. Los detalles del acuerdo están siendo negociados, sin embargo, por los nuevos ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Asuntos Exteriores, Jose Manuel García Margallo. Las condiciones se regularán en un anexo al convenio bilateral de Defensa entre España y EE UU de 1988 (modificado en 2002) que deberá ser ratificado por las Cortes.No obstante, con el visto bueno inicial de Madrid, Washington está planificando ya los detalles del despliegue, cuyo calendario coincide con los años fiscales estadounidenses de 2014 y 2015. Los destructores lanzamisiles tienen actualmente sus bases en Norfolk (Virginia) y Mayport (Florida), pero su estacionamiento en Rota les permitirá estar mucho más cerca de su zona de operaciones.

Según el secretario de la Navy, además de participar en el escudo antimisiles, los destructores cumplirán una amplia gama de misiones, como operaciones de seguridad marítima, ejercicios bilaterales y multilaterales y operaciones y despliegues de la OTAN. Además, “el acuerdo también permite a EE UU proporcionar apoyo rápido al Mando de África (Africom) y al Mando Central (Centcom) si fuera necesario”, según Mabus. El Africom y el Centcom cubren todas las operaciones en África, Oriente Medio y Asia Central de las Fuerzas Armadas de EE UU.

Los destructores Arleigh Burke, que figuran entre los más potentes de la Navy, cuentan con una tripulación de 276 marineros cada uno y van dotados con el sistema de combate Aegis, además de con misiles antiaéreos Standard SM-2MR y misiles de crucero Tomahawk, además de cañones de 155 milímetros, entre otro armamento.

En total, se incrementará en unos 1.200 militares y 100 civiles la presencia estadounidense en la base de Rota. Por primera vez habrá presencia permanente de buques de EE UU en España desde la salida de los submarinos nucleares Polaris en 1979.

Fuentes: elpais.com, wikipedia, floridakeys.tv

Un grupo de piratas intenta abordar al BAC PATIÑO

13 enero, 2012 a las 12:23 am | Publicado en Armada Española, Operación Atalanta, Piratería | 2 comentarios

El Patiño, Buque de Aprovisionamiento para el Combate (BAC) de la Armada española, que navega por el Índico dentro de la Operación Atalanta de la UE, ha sido atacado esta madrugada por un grupo de piratas a bordo de un esquife, una embarcación ligera y de gran velocidad, según ha informado el Estado Mayor de la Defensa. Ningún miembro de la tripulación del Patiño ha resultado herido en el ataque, que ha concluido con la detención de seis piratas. El ataque se produjo a 50 millas de Mogadiscio.

BAC PATIÑO

Fuentes de la Armada indicaron que lo más probable es que los piratas confundieran al buque de guerra español con un carguero, dada la silueta del Patiño y el hecho de que el ataque se produjera en plena noche. No es la primera vez que los piratas atacan por error un buque militar. En octubre de 2009, dos lanchas piratas intentaron abordar el buque de reabastecimiento La Somme, de la Armada francesa, que repelió el ataque y capturó a cinco de los piratas.

Secuencia de los hechos

En torno a las 03.30 horas de esta madrugada, el esquife abrió fuego contra el buque de guerra español, lo que provocó la inmediata respuesta con armas ligeras por por parte de los infantes de Marina españoles. Pese a ello, los piratas siguieron disparando, por lo que desde el Patiño se respondió con armamento de mayor calibre, lo que provocó que los piratas se dieran a la fuga.

A continuación, el helicóptero embarcado en el Patiño salió en persecución del esquife, cuyos ocupantes lanzaron al mar diversos armamentos, bultos y una escala durante la huida. Finalmente, tras realizar fuego de advertencia desde el helicóptero y ordenárseles por megafonía que se detuvieran, el esquife lo hizo.

Según la nota de Defensa, los seis piratas que había en la embarcación fueron subidos a bordo del Patiño. Cinco de ellos se encontraban heridos y están siendo atendidos en el hospital embarcado. Los piratas aseguraron que otro compañero resultó muerto durante el ataque y arrojaron su cuerpo al mar.

Se da la circunstancia de que desde el pasado 7 de diciembre el Patiño es el buque insignia de la Fuerza Naval de la Unión Europea (EUNAVFOR) que lucha contra la piratería en el Índico. Al frente de la flota se encuentra el capitán de navío español Jorge Manso Revilla.

El Patiño es un Buque de Aprovisionamiento para el Combate (BAC) de 17.000 toneladas de desplazamiento, 166 metros de eslora y 22 de manga. Tiene una dotación de 154 marineros y dispone de 2 ametralladoras pesadas de 20 milímetros, cuatro medias de 12,7 y dos ligeras MG-42.

Fuentes: El Pais, edición digital y archivos de funkoffizier

La fragata ‘Juan de Borbón’ auxilia a 100 inmigrantes a bordo de una embarcación a la deriva

16 julio, 2011 a las 12:01 pm | Publicado en Armada Española | 3 comentarios
Los inmigrantes, entre los que hay 17 mujeres –4 de ellas embarazadas– y 8 niños no disponían de comida ni agua, y tenían averiado el motor de la embarcación
lunes, 11 de julio de 2011

La fragata de la Armada española Almirante Juan de Borbón, que participa en la operación de la OTAN ‘Unified Protector’ de embargo de armas a Libia, ha prestado asistencia a una embarcación que se encontraba a la deriva con un centenar de inmigrantes a bordo, a unas 100 millas frente a las costas de Libia.

Fragata F102 Almirante Juan de Borbón

El buque español, que estaba realizando una misión de patrulla, recibió la petición del mando de la operación de asistir a la embarcación, que se encontraba a unas 45 millas de su posición, según había informado un remolcador civil chipriota que la había localizado.

La fragata se dirigió a la posición de la embarcación, en la que viajan a bordo aproximadamente cien personas de origen subsahariano, tunecino, libio y ghanés, entre las que había 17 mujeres (4 de ellas embarazadas) y 8 niños. El grupo, que había embarcado en la localidad libia de Zawiyah, lleva dos días en la mar, y no tenía comida ni agua. Además, la embarcación tiene el motor averiado.

La fragata ‘Almirante Juan de Borbón’ les ha proporcionado asistencia médica, alimentos y agua, y permanece en las proximidades de la embarcación para suministrar el apoyo que pudieran necesitar y actuar en caso de que se produjera una situación de riesgo para las personas que van a bordo.

Las autoridades de la OTAN están realizando gestiones con los países de la zona para poder llevar la embarcación a la costa y poner a salvo a los inmigrantes que viajan a bordo de la misma.

Fuentes: Ministerio de Defensa, Armada Española. Wikipedia

 

16/07/2011 a 17:21 hl

La fragata española «Almirante Juan de Borbón» ha entregado a las autoridades tunecinas a los 106 inmigrantes que permanecían a bordo desde el pasado lunes de los 114 que recogió a cien millas frente a las costas libias de un embarcación que se encontraba a la deriva.

El Ministerio de Defensa ha informado, en un comunicado, de la entrega de estas personas, de origen subsahariano, tunecino, libio y ghanés.

La fragata, siguiendo instrucciones de las autoridades de la OTAN, se dirigió hacia las costas de Túnez para transferir a la Armada de ese país a los inmigrantes que aún mantenía a bordo desde el pasado día 11.

Según Defensa, a primera hora de esta mañana la fragata ha establecido contacto, fuera del mar territorial tunecino, en las proximidades de la localidad de Zarzis, con el patrullero «Carthage» de la Armada tunecina.

Después se inició el traslado de estos inmigrantes por medio de las embarcaciones de dotación de la fragata.

Sobre las diez de la mañana, hora española, ha finalizado el transbordo del personal, sin que se haya producido incidente alguno, añade Defensa.

Completado el traspaso, la fragata ha reanudado la navegación hacia las costas de Libia para continuar la misión asignada en la operación «Unified Protector» de la Alianza Atlántica de embargo de armas a ese país.

106 inmigrantes

El número de inmigrantes rescatados por la fragata española fue de 114 (88 hombres, 20 mujeres -cinco de ellas embarazadas- y 6 niños), aunque ocho fueron previamente evacuados por motivos médicos con la autorización del comandante de la «Almirante Juan de Borbón», Ignacio Céspedes.

Así, en la noche del mismo día 11 se trasladó a una mujer embarazada de nueve meses, a su hija y a un hombre con una herida que precisaba cuidados hospitalarios.

Todos ellos embarcaron en un patrullero tunecino en las proximidades del puerto de Zarzir, fuera del mar territorial de Túnez, para que fueran atendidos por los servicios sanitarios de este país.

Dos días más tarde se procedió a la evacuación en un helicóptero de un niño que sufre paraplejía e hidrocefalia y de sus padres, que fueron trasladados a un hospital maltés de La Valeta.

Los últimos evacuados, el día 14, fueron una mujer en avanzado estado de gestación y un adolescente con problemas renales, que también fueron trasladados al aeropuerto de La Valeta por el helicóptero de la fragata.

El rescate de los inmigrantes tuvo lugar en la madrugada del día 11 después de que la fragata contactara con una embarcación cuyos ocupantes les informaron de que el motor estaba inutilizado, de que llevaban cuatro días a la deriva sin comida ni agua y de que habían zarpado del puerto libio de Zawiyah.

La dotación de la fragata facilitó víveres a las personas que se encontraban a bordo y una vez comprobado que la embarcación hacía agua, los subió a bordo a todos ellos.

Seguidamente, y siguiendo órdenes del mando de la OTAN, la «Almirante Juan de Borbón» puso rumbo a Malta posicionándose a 40 millas frente a las costas de ese país a la espera de instrucciones.

Fue anoche cuando recibió la orden de dirigirse a Túnez para hacer la transferencia de los inmigrantes rescatados.

Precisamente, las autoridades de Malta habían exigido explicaciones a la OTAN sobre ese rescate.

Según su ministro del Interior, Carmelo Mifsud Bonnici, su Gobierno no entendía por qué tras socorrer a los inmigrantes la fragata se dirigió a Malta cuando el rescate se produjo a 78 millas de Túnez, 88 de la isla italiana de Lampedusa y 141 de Malta.

Fuentes: El Mundo

El último superviviente del «Crucero Baleares»

18 junio, 2011 a las 1:47 pm | Publicado en Armada Española, Astilleros, Barcos, Historia y Arqueología Marítima, Marinas de Guerra, Naufragios y accidentes marítimos | 11 comentarios

Aunque es una noticia publicada por el diario La Razón el 1 de enero de 2011, no tenía conocimiento de ella y realizo este post recordando un triste episodio de la Guerra Civil Española, «La batalla de Cabo de Palos» y como recuerdo al último superviviente del naufragio del crucero «Baleares» y su testimonio.

Juan B. Romero era el único testigo del hundimiento de uno de los buques insignias de la armada.

Una semana antes de que falleciera todavía recordaba lo sucedido aquella noche y, con las fuerzas que aún le quedaban, se persignaba y hacía que buceaba al revivir el envite de las olas, las llamas del casco y el combustible caliente que flotaba sobre el agua. Juan Bautista Romero tenía 20 años y era sargento primero cuando el buque en el que viajaba encajaba en el casco unas detonaciones que presagiaban el peor de los desenlaces.

Botadura el 20 de abril 1932

Durante estos años, él formaba parte de la memoria viva de ese acontecimiento. Conservaba una lista de los compañeros y los amigos con los que compartió aquella experiencia que marcó sus existencias. Pero ya no queda ninguno. Él era el último superviviente que quedaba del crucero Baleares, uno de los orgullos de la flota nacional durante la contienda de 1936.

Pero Juan Bautista Romero, de 93 años, fallecía, y con él, un testigo excepcional de esa batalla. «Siempre dijo que había sido un fallo del comandante, que distinguió unas luces a lo lejos y lanzó unas bengalas para identificarlas que, sin embargo, sirvieron para delatar su posición al enemigo», comenta Martín de la Cámara Romero, uno de sus nietos.

Botadura del crucero pesado "Baleares", clase Canarias

En un relato sucinto, en un libro que escribió para que su memoria no cayera jamás en el olvido, en la descripción telegráfica y fría que los profesionales de la historia suelen hacer del pasado, Bautista Romero escribió, de manera detallista y breve, lo que aconteció ese día. «Impactaron siete torpedos que partieron el barco en dos, sobre unos 60 metros desde la proa», comenta. Era medianoche de la madrugada de 5 al 6 de marzo de 1938. «Yo había entrado de guardia en las ametralladoras. Éstas estaban situadas detrás de la chimenea de un puesto alto. Aquí era donde íbamos a poner un avión, pero no lo teníamos. También había una cámara de torpedos, pero sin torpedos», anota Bautista Romero

El «Baleares» era un crucero tipo «Washignton», con 196 metros de eslora, 19,5 de manga, un calado de 6,5 metros y una velocidad máxima de 33 nudos. Poseía una autonomía de 8.000 millas y una dotación de 1.163 hombres que aumentaba a 1.255 en tiempos de guerra. Estaba armado con una artillería de 8 cañones de 203 milímetros distribuidos en cuatro torres dobles, 8 cañones antiaéreos de 120 milímetros y 12 tubos lanzatorpedos de 533 milímetros en cuatro montajes triples. Representaba, junto al «Canarias», la supremacía naval del bando nacional durante la Guerra Civil española.

Pero ese día nadie podía presagiar el desenlace que esperaba a este navío de la armada. «Nos alcanzó un cañonazo en el puesto de mando, con lo que desaparecieron casi la totalidad de los oficiales del barco; entre ellos se encontraba un buen amigo mío, Andrés Gamboa, comandante, capitán de corbeta e ingeniero naval».

Martín de la Cámara cuenta cómo su abuelo vivía esa situación años después de haber ocurrido. «Lo contaba continuamente. Hablaba del hundimiento. Desde entonces no pudo bucear. Se sentía incapaz de sumergir la cabeza debajo del agua. Aquella experiencia le marcó profundamente», asegura. La descripción que Bautista Romero refleja es suficiente para comprender sus impresiones. «A consecuencia de la metralla caída del segundo cañonazo que impactó en el barco, fui herido en la frente. Tenía las piernas quemadas y me caía del puesto de ametralladoras, que estaba situado a una buena altura. Y me caí sobre heridos y muestros. Allí empezó el miedo, la desesperación, aunque había otros peor que yo. Me dediqué a salvar heridos de entre los hierros y las llamas. No nos podíamos mover. Eran muchos los muertos y los heridos. Las hogueras y explosiones eran de espanto».

El crucero "Baleares" fue construído por la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) Ferrol

Martín de la Cámara conoció las secuelas que el combate dejó en la fisionomía de su abuelo. En una de las manos le faltaba una falange, por ejemplo. Por no hablar de ese relato que, continuamente, se empeñaba en que conocieran sus familiares y que delata la impresión psicológica que le causó. De hecho, el mismo Bautista terminó redactando ese capítulo excepcional de su biografía. Al texto le dio un nombre: «Memorias de un marino de Bamio».

Un librito escrito para la familia. Para que todos, incluidos sus bisnietos, conocieran los hechos en los que había participado. «Lo pañoles de proyectiles –asegura en ese relato– explotaban con frecuencia por estar adiendo todo el barco. El petróleo corría por todos los sitios ardiendo. Era bruto, no estaba refinado, por lo que en el agua no arde. Si ardiera, no se habría salvado nadie, porque había muchísimo, alrededor de 30 o 40 centímetros, quizás más».

Crucero Baleres fotografiado desde la popa de un buque de la Deutsche Kriegsmarine

Una larga agonía
El balance de esa jornada es elocuente. Habla por sí misma. Caídos, 787 hombres; supervivientes, 436; hospitalizados, 21; con permiso en ese instante, 11. La suma total, 1.255 tripulantes. Bautista Romero prosigue con sus propias vivencias. «Los gritos no cesaban. Las explosiones tampoco. El barco, de vez en cuando, metía agua en los compartimentos estancos, con lo cual se ahogaban los compañeros que tenían allí su puesto de combate (…).  Los hierros estaban tan enrojecidos y retorcidos, y los hombres estaba cojidos entre ellos. Era mucho el horror, el miedo y la desesperación. A bordo vi a muchos compañeros y amigos que luego no sobrevivieron, entre ellos mi vecino, que me dijo que tenía un brazo roto. Un vasco de San Sebastián que estaba sin piernas y lo sentamos en el asiento de un cañón averiado nos decía que lo dejásemos y atendiéramos a otros que lo necesitaran más que él, que lo dejáramos hundirse con su barco. Y nos decía: “Quién pudiera tener las piernas para ayudar a los demás”».

Para escapar a la muerte, algunos echaron al agua toda clase de objetos a los que pudieran después aferrarse para no morir ahogados. Maderos, bancos, mesas del comedor («éstas, más que salvar, han matado a muchos que se encontraban en el agua»). Otros, sin embargo, procedieron de una manera más sensata e intentaron arrojar al agua un bote salvavidas con capacidad suficiente para unas veinte o treinta personas. La operación fracasó, el bote se estrelló contra el oleaje con varios en su interior. Después de muchos intentos, lograron echar una barca pequeña con espacio para dos personas. «Sólo se salvó una», anota Bautista Romero. Al final, también se consiguieron preparar otras dos balsas en las que se salvaron un puñado de marineros. «Las esperanzas eran pocas, el frío era mucho, los gritos no cesaban y las explosiones seguían».

Martín de la Cámara todavía es capaz de repetir las palabras que le mencionaba su abuelo cuando se refería a esos instantes. «Saltó desde la borda. Dio varias vueltas en el aire y cayó al mar. Se hizo daño en una de las piernas y el costado. Decía que junto a él iba un amigo, pero del agua sólo salió él. El barco, por lo visto, ya se había escorado y a él le costaba nadar bastante. A su alrededor, insistía que el petróleo estaba ardiendo».

Al rescate acudieron varios barcos ingleses. Ellos se encargaron de recoger a los supervivientes que quedaban del hundimiento. Llegaron cuatro horas después de las primeras detonaciones. Uno se quedó a bastante distancia, otro se arrimó para sacar a los que se encontraban en el mar, y el último se acercó al «Baleares» para ayudar a los hombres que todavía había allí. Para evitar que el crucero español los arrastrase al fondo del mar, los ingleses se alejaron. La sensación dejó una honda huella en Bautista Romero: «Las hélices se quedaron en el aire, el barco dio totalmente la vuelta. La única posibilidad de salvarse era saltar al mar».

Comenzó así su segunda odisea: «La gente en el agua, desesperada, se cogía entre sí, y gritaban de miedo, ahogándose por grupos. Me retiré de ellos por temor a que me agarrarán a mí también». Bautista Romero tuvo que nadar hasta el casco del buque inglés más próximo, desafiando la fuerza de las olas y la corriente, que tenía en contra. «Me dirigí a un destructor que se llamaba “Kemperphelt”. El otro era el “Boreas”. Aunque en el mar había botes salvavidas que ellos habían echado, estaba más cerca el destructor que los botes».

La agonía para subir a la borda y salvarse fue el siguiente paso. «Intenté gatear por unas cuerdas gruesas que habían colgado por la borda para que nos cogiéramos a ellas, pero estaba casi sin fuerzas y las cuerdas llenas de petróleo, lo que hacía imposible subir y me resbalé cinco veces». Juan Bautista Romero tomó entonces una elección: «Pensé irme al otro lado del barco, pero no tenía fuerzas para rodearlo, por lo que decidí bucear y pasar por debajo hasa el otro costado. Al otro lado nadé hasta encontrar algo para subir y encontré una escala de gato». Cuando terminó de trepar por ahí, cuenta, encontró una mano que le cogió y le aupó dentro con la siguiente expresión, con unas palabras que ya nunca olvidaría: «¡Hala coño! Ti xa estas». Era un superviviente gallego.

Crucero "Baleares"

Cañones de madera para disimular
Aquel barco todavía no estaba terminado. Se lanzó al mar por las premuras que imponía la nueva situación bélica. «Fue botado al mar de una manera precipitada, pues se necesitaba de él para sus servicios de guerra. El barco no estaba acabado, le faltaban cañones que se le sustituyeron por unos de madera para disimular y que el enemigo no se diera cuenta. También estaba diseñado en un principio para llevar un hidroavión y en su lugar acoplaron unas ametralladoras». La embarcación se diseñó para diferentes misiones, como vigilar las actividades contrabandistas, proteger a las tropas, reconocimiento y bombardear posiciones enemigas, incluidas carreteras. Juan Bautista Romero libró más de una batalla en el «Crucero Baleares». La primera discurrió en aguas de Sagunto. «Nos atacaron treinta aparatos de aviación». Fue el bautismo de fuego: «Al inicio del combate le cayó una bomba al crucero “Almirante Cervera”, causando muchas bajas». El enfrentamiento dejó otro regalo en la cubierta: «Otra bomba le cayó en la chimenea, quedando soldado el proyectil en los tubos de las calderas y que no estalló; de ser así sería la destrucción del buque». En la imagen, el destructor «Lepanto», cuyos torpedos hundieron el «Baleares».

Ver: Combate del Cabo de Palos

Fuentes: La Razón, Vida Marítima y Revista Naval.

Fotos de archivo.

El «BAC Patiño» nos felicita el año desde el golfo de Adén

6 enero, 2011 a las 1:24 am | Publicado en Armada Española, Barcos | 2 comentarios

La avería en uno de los motores del BAC Patiño, irreparable in situ, ha impedido que complete su misión en la Operación Atalanta.  Tendrá que regresar a su base en Ferrol para subsanar el problema. A la tripulación le ha sentado como un jarro de agua fría, aunque ya lo han asumido con profesionalidad y la moral es alta. Nos felicitan el Año Nuevo formando en la cubierta de vuelo.

Extraña formación en la cubierta de vuelo

BAC PATIÑO. FELIZ 2011

El pasado día 3 de enero la fragata «Canarias» les ha relevado, aunque debido al secuestro del pesquero «Vega 5», el BAC Patiño sigue provisionalmente patrullando por el océano Índico.

Fotos: Web Armada Española.

MALASPINA 2010: Expedición de Circunnavegación, Cambio Global y Exploración de la Biodiversidad del Océano Global

15 diciembre, 2010 a las 8:02 pm | Publicado en Armada Española, Buques de Investigación y Servicios Especiales, Ecología Marítima | 1 comentario

lunes, 13 de diciembre de 2010

El buque de la Armada ‘Hespérides’ zarpa de Cartagena para iniciar la expedición de circunnavegación ‘Malaspina’

El buque, con los 57 marinos de su dotación, no regresará a su base hasta el 14 de Julio de 2011 tras una campaña de 8 meses.

El Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) ‘Hespérides’ zarpó ayer de Cartagena rumbo a Cádiz donde comenzará la expedición de circunnavegación ‘Malaspina’, para investigar el cambio global y la exploración de la biodiversidad del océano.

B.I.O. Hespérides

El Almirante de Acción Marítima (ALMART), Emilio José Nieto Manso, largó la última amarra que unía el BIO «Hespérides» al muelle de ‘Don Juan de Borbón’ del Arsenal Militar de Cartagena. Daba así comienzo la primera singladura del «Proyecto Malaspina», que desde hoy, y hasta el 14 de julio del año próximo, llevará de nuevo a un buque de la Armada a circunnavegar el globo terráqueo, coincidiendo esta vez con el 200 aniversario de la muerte del marino e investigador español Alejandro Malaspina.

Los familiares y amigos de los miembros de la dotación empezaron a congregarse en el Arsenal desde las 9 de la mañana, y compartieron con ellos sus últimos momentos a bordo. A las 09:30 los familiares desembarcaron. A continuación, el ALMART saludó a los miembros de la dotación y científicos embarcados y les dirigió unas palabras de despedida.

El «Hespérides» entrará hoy en Cádiz, desde donde comenzará oficialmente el «Proyecto Malaspina» del próximo día 15. Durante siete meses, navegará 30.000 millas naúticas alrededor del mundo, recalando en los puertos de Río de Janeiro (Brasil), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Perth y Sydney (Australia), Auckland (Nueva Zelanda), Honolulu (Hawai, EEUU) y Cartagena de Indias (Colombia).

Junto a la dotación del buque de la Armada, que permanecerá a bordo durante toda la circunnavegación, trabajarán hasta un total de 400 investigadores encuadrados en 27 grupos de trabajo que se irán relevando en cada puerto.

El ‘Hespérides’ es el único buque español diseñado para efectuar investigación científica multidisciplinar en todos los mares y océanos del planeta, lo que hará posible el adecuado desarrollo de las investigaciones científicas previstas.

La Armada aporta a este proyecto su gran experiencia en la navegación oceánica, su capacidad de permanencia en la mar en periodos prolongados, y el apoyo logístico en cualquier lugar del globo.

En el proyecto de investigación ‘Expedición de Circunnavegación Malaspina 2010’ participan, además de la Armada Española por medio del ‘Hespérides’ y el Real Observatorio de San Fernando, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, el Instituto Español de Oceanografía (IEO), 16 Universidades nacionales e internacionales, la fundación BBVA y otros onismos privados y públicos tanto nacionales como internacionales.

Fuentes: Armada Española, Expedición Malaspina 2010.es

El BAC PATIÑO zarpa de Ferrol para unirse a la Operación Atalanta

30 noviembre, 2010 a las 12:24 am | Publicado en Armada Española, Barcos, El barco de la semana, Marinas de Guerra | 1 comentario

El 28 de diciembre a la 11:08 zarpó de Ferrol el «BAC Patiño» rumbo a Rota y posteriormente continuará su navegación hacia Yibuti, se estima como fecha de llegada el día 12 de diciembre. Allí comenzará su andadura dentro de la Operación Atalanta.

ARMADA MDE.ES

El BAC ‘Patiño’ participa en la operación ‘Atalanta’ desde mediados de diciembre a primeros de marzo de 2011. Durante este período, el buque llevará a bordo un total de 210 personas (187 hombres y 23 mujeres) entre dotación, Estado Mayor multinacional del Comandante de la Fuerza de la Unión Europea (COMEUNAVFOR), unidad aérea embarcada, equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina (perteneciente al Tercio Norte), personal de Sanidad, traductor, un miembro del Servicio de Asistencia Religiosa de las Fuerzas Armadas y un oficial croata.

Durante su despliegue, el buque contará con un equipo de visita y registro con capacidad para efectuar abordajes. Desde su cubierta operaran, además de tres embarcaciones semirrígidas (RHIBs), dos helicópteros Sea-King SH3D de la Flotilla de Aeronaves. Además, no solo será totalmente autónomo desde el punto de vista logístico, sino que también podrá facilitar combustible y agua a otras unidades de la fuerza y ofrecer un hospital equipado con sala de consultas, rayos X, esterilización, laboratorio, gabinete odontológico, quirófano, telemedicina vía satélite y enfermería con 8 camas.

La «Operación Atalanta» comenzó el 8 de diciembre de 2008 tras ser aprobada por la UE y su propósito es el de proteger a los mercantes que transportan alimentos del Programa Mundial de Alimentos (World Food Program – WFP), reforzar la seguridad marítima y contribuir a la lucha contra la piratería en aguas del Golfo de Adén y la cuenca de Somalia. En ella participan unidades aeronavales de Italia, Holanda, Francia, Reino Unido, Alemania, Grecia y España. Además de aportar medios navales, España contribuye a la operación con un avión P-3 Orión de patrulla marítima.

España asume el mando de la fuerza de la operación Atalanta en la zona durante esta rotación. El Estado Mayor multinacional desde el que se dirigirá la operación estará embarcado en el BAC ‘Patiño’ y mandado por el Almirante del Grupo 2 de Acción Naval de la Armada Española, contralmirante Juan Rodríguez Garat, que estará al frente de la fuerza de la Unión Europea (EUNAVFOR) que opera en aguas del Océano Índico.

BAC PATIÑO

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