El trasatlántico Marqués de Comillas

19 mayo, 2008 a las 12:11 am | Publicado en Barcos, Marina Mercante | 158 comentarios

Esta mañana leyendo La Voz de Galicia he disfrutado con este artículo dedicado al «Marqués de Comillas», un barco de la Cia. Trasatlántica que estuvo muy ligado a La Coruña. No he resistido la tentación de compartirlo con vosotros y adornarlo con algunas fotografías, también de su buque gemelo «Juan Sebastian Elcano».

La Voz de Galicia

18/05/2008

Un trasatlántico con mucha historia

Uno de los trasatlánticos más habituales del puerto de A Coruña durante tres décadas, desde 1930 a 1960, fue el Marqués de Comillas . El buque fue así bautizado en honor de Antonio López, el primer marqués de este título y fundador de la Compañía Trasatlántica en la segunda mitad del siglo XIX.

Había sido construido en los astilleros de Ferrol, siendo botado el 17 de marzo de 1927. Su madrina fue la infanta Isabel de Borbón. Inmediatamente fue entregado a la naviera propietaria el 31 de agosto de 1928. El barco tenía un desplazamiento de 13.200 toneladas, 145 metros de eslora y 17 de manga. La máquina o el equipo propulsor estaba formado por cinco calderas de tiro forzado que alimentaban a dos grupos de turbinas Curtis-Parsons. Este equipo le dotaba con una potencia total de 8.300 caballos, que le permitían alcanzar una velocidad media de 16 nudos.

El Marqués de Comillas era gemelo del Juan Sebastián Elcano , que fue el primero de la serie, construido en los astilleros de Sestao, y del Magallanes , construido en Matagorda, en Cádiz, y del cual ofició de madrina la reina Victoria Eugenia.

Eran buques diseñados en línea clásica, con proa recta, popa de espejo, dos palos y dos chimeneas, aunque en una remodelación efectuada en 1940, tanto el Comillas como el Magallanes se quedaron con una chimenea.

La cámara en el alcázar ocupaba las tres cubiertas altas (paseo, botes y shelter), con un hall y sala de música a proa de las cubiertas de paseo. El comedor estaba decorado al estilo de las casas solariegas del norte y renacimiento español, de los siglos XVII y XVIII, con reposteros de brocado de seda bordados en oro, simbolizando el escudo de la casa marquesal de Comillas. En la escalera que comunicaba el hall con el salón de música figuraba un retrato al óleo del marqués de Comillas, realizado por Álvarez de Sotomayor.

El pasaje de clase era de 149 en primera, 53 en segunda y 39 en tercera, además de 832 literas en sollados y entrepuente para los emigrantes. En una posterior reforma se reconvirtió en tres clases: primera, segunda y turista.

El Marqués de Comillas , como el Magallanes , fue destinado al servicio entre España y América. Cubría sobre todo la travesía o la línea Barcelona-Nueva York, aunque con escalas. Cuando comenzó la Guerra Civil estaba en la capital catalana. Fue en ese puerto donde fue requisado por el Gobierno de la República. Lo destinaron a buque hospital cuando se produjo el desembarco en Mallorca.

Ya en 1937, cuando regresaba de Odessa, fue capturado cerca de la costa española por el buque Cervera y fue escoltado hasta el puerto de Palma de Mallorca.

Peregrinos

En 1938 trasladó a peregrinos marroquíes del Ejército del general Francisco Franco a La Meca. Hizo otro viaje similar en enero de 1939. El último servicio del Marqués de Comillas se produjo en abril de 1939. Acompañó hasta Bizerta a los buques de la armada franquista que fueron a hacerse cargo de la flota republicana allí internada.

Evacuó refugiados durante la segunda guerra mundial y participó en labores de salvamento

Ya devuelto a la Compañía Trasatántica, el Marqués de Comillas se reintegró a la línea de España a América, tras ser reconstruido en Cádiz y habilitado para transportar 570 pasajeros. Durante la Guerra Mundial hizo la ruta de Centroamérica, evacuando refugiados europeos y participando en algunos salvamentos de náufragos de la guerra submarina. En 1960, se evacuó a numerosas personas expulsadas o descontentas, de Cuba por el régimen castrista.

Desde el 25 de septiembre de 1961, el Comillas estaba reparando en Astano (Fene), en espera de reanudar la línea de Inglaterra-España-Caribe. El 6 de noviembre se incendió. A pesar de los esfuerzos de los técnicos del astillero y del centro de adiestramiento de la Armada, el buque quedó casi destruido.

Las pérdidas fueron cifradas inicialmente en 200 millones de pesetas, por lo que fue desguazado. La Voz de Galicia recordaba que durante su construcción en Ferrol ya había sufrido otro incendio, aunque menor.

El Marqués de Comillas fue desguazado en Bilbao el 26 de marzo de 1962.

El Magallanes fue desguazado en Bilbao en febrero de 1957.

El Juan Sebastián Elcano fue incautado, durante la guerra civil, por las autoridades soviéticas en Odesa y renombrado Volga. Fue desguazado en Inkerman, cerca de Sevastopol, en 1968.

Los tres entraron en servicio en 1928.

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